Las emociones negativas intensas absorben toda la atención del individuo, obstaculizando cualquier intento de atender a otra cosa, como el enojo, la ansiedad o la depresión, comprometiendo el buen funcionamiento de la memoria. El éxito en la vida depende de la motivación personal; controlando los impulsos, pensamientos negativos. Para ello es fundamental apelar al pensamiento positivo, tal como opina Snyder, «la creencia de que uno tiene la voluntad y dispone de la forma de llevar a cabo sus objetivos, cualesquiera que éstos sean», la esperanza significa que uno no se rinde a la ansiedad, el derrotismo o la depresión.