La Edad Media, que es un largo periodo histórico que comprende desde el siglo v hasta el siglo xv, es un periodo teocéntrico: Dios es el centro de la reflexión y a partir de Él se elabora una visión de la persona y de la realidad. Un primer periodo filosó- fico de esta época es la patrística. San Agustín de Hipona (354-430), que es una fi- gura clave de este período, acoge la filosofia griega de Platón y la cristianiza. Es decir, no rechaza el pensamiento griego, sino que lo adapta al pensamiento cristiano. De este modo, establece los fundamentos de la filosofia cristiana. Como todo filósofo, vive en permanente búsqueda de la verdad y su punto de partida será esta máxima: