Un joven de 17 años relata su historia de amor con una chica de 16 años que le cuenta acerca de una ciudad amurallada donde está su verdadero ser.
Ella insinúa se desvanece y no la vuelve a ver, pero años después el joven sigue pensando en ella y logra entrar en la ciudad de los muros cambiantes y en la que no hay sombras, y en la que se convierte en lector de sueños en la biblioteca del lugar. Regresa a su mundo paralelo en el que toma el puesto de director de la biblioteca, que ha muerto meses atrás, a un joven autista y a una mujer madura con quien tiene una relación sentimental sin llegar a enamorarse de ella. El chico autista se va a la ciudad amurallada en donde se reencuentran y se fusiona con él como lector de sueños viejos de la biblioteca de la ciudad.
Búsqueda del amor perdido, de la entidad, de mundos paralelos que se entrelazan y en donde se confunden los sueños y la realidad.
No hay buenos ni malos, transcurre en un mundo pacífico en el que no hay tecnología, no existe el tiempo, muchas referencias a la música. Hay mucha melancolía, tristeza y soledad.
Es un libro fantástico, introspectivo y oriental en el sentido de percepción de la vida.