La empatía del profesor en asistencia hacia los alumnos que viven violencia, contribuye en buena forma a la reconciliación y carácter resiliente. Bajo esta perspectiva, se consideró importante fomentar la convivencia entre alumnos para desarrollar nuevas habilidades sociales que permitan favorecer la armonía en las aulas. Por lo anterior, la agresión y número de víctimas pueden ser reducidas con éxito.
La violencia indirecta (Relacional), se define como una forma de herir sentimental a un compañeros y estas se presentan a partir de que un alumno es alejado de los compañeros e ignorar.
Los resultados fueron significativos para mencionar la violencia relacional no existe en los alumnos. Por el contrario, valores como la simpatía y afecto entre alumnos eran los que se ponen en prácticas.
El estudio no encontró una correlación significativa entre el estilo de gestión de los profesores y los niveles de agresión y victimización relacional. Sin embargo, hubo una correlación positiva entre la simpatía de los profesores por la víctima de agresión relacional y los niveles de agresión relacional en el aula. Las actitudes de los profesores hacia la agresión relacional predijeron el nivel de victimización relacional, pero no el nivel de agresión relacional. Las estrategias de manejo de los docentes no predijeron los niveles de agresión relacional y victimización.
Por lo tanto, los hallazgos sugieren que la actitud comprensiva de un maestro hacia las víctimas relacionales no necesariamente puede reducir la agresión relacional en el aula. En cambio, fomentar el apoyo mutuo y la solidaridad entre los estudiantes puede ser más eficaz para reducir la agresión relacional de clase. Además, los resultados indican que expresar públicamente simpatía por las víctimas puede en realidad conducir a una mayor agresión relacional en la clase