La Constitución de 1968: la soberanía reside el pueblo y la forma de Estado es la monarquía parlamentaria. Se reconoce la división de los poderes: legislativo, ejecutivo y judicial. La unidad de España y el derecho de autonomía de sus regiones y de las nacionalidades.
Libertades de asociación, reunión y expresión, libertad y ideológica y religiosa. Abolición de la pena de muerte. Igualdad ante la ley indiscriminación de nacimiento, raza, sexo, opinión y religión. Derecho a la educación y enseñanza básica obligatoria y gratuita. Derecho a la propiedad privada, al trabajo, a una vivienda digna y a la asistencia sanitaria y social. Deber de contribuir a los gastos del Estado a través de los impuestos, de España y de cumplir las leyes.