Fue en el Seminario Internacional de Educación Ambiental celebrado en Belgrado en 1975, cuando este concepto se abordó por primera vez. Un evento del que salió la Carta de Belgrado, donde se recogieron las metas de esta tipología de educación: “Formar una población mundial consciente y preocupada con el medioambiente y con los problemas asociados, y que tenga conocimiento, aptitud, actitud, motivación y compromiso para trabajar individual y colectivamente en la búsqueda de soluciones para los problemas existentes y para prevenir nuevos”.