El hostigamiento sexual es una forma de violencia de género que implica el abuso de poder en una relación de subordinación, como la laboral o académica, mediante conductas verbales, físicas o ambas, de connotación sexual y lasciva. Este comportamiento crea un ambiente intimidatorio, ofensivo o humillante para la persona afectada, generando ansiedad, estrés y afectando su bienestar emocional y profesional. Es esencial abordar el hostigamiento sexual mediante políticas institucionales claras, capacitación en prevención, mecanismos de denuncia seguros y consecuencias para los perpetradores, con el objetivo de promover entornos libres de violencia y respetuosos con la dignidad de todas las personas.