Los impuestos constituyen una parte fundamental del sistema tributario, siendo el Estado el sujeto activo que tiene la facultad de recaudarlos. Los sujetos pasivos de los impuestos son tanto personas naturales como jurídicas, quienes están obligadas a contribuir financieramente al Estado en función de diversos aspectos como sus ingresos, patrimonio o actividades económicas específicas. La base imponible de los impuestos varía dependiendo del tipo de tributo, y sobre esta se aplica una tarifa o alícuota establecida por la legislación tributaria. La época de pago y el hecho generador están definidos por la normativa correspondiente y pueden estar relacionados con la obtención de ingresos, la propiedad o la realización de actividades económicas gravadas.