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Plataformas digitales: fundamentos y una propuesta de clasificación,…
Plataformas digitales: fundamentos
y una propuesta de clasificación
Plataformas digitales
En la economía tradicional, el papel reservado a las plataformas era bastante limitado. Cuando la cadena de valor es lineal, la organización de las interacciones suele ser bastante simple.
.
Una empresa puede tener varios proveedores que le suministran sus materias primas y un conjunto de clientes que compran los bienes o servicios que ofrece. Como ni los proveedores ni los clientes tienen por qué interaccionar entre sí, no hay mucha interacción que organizar.
Otros ejemplos de plataformas no digitales más recientes
Revistas científicas
Ponían en contacto a los investigadores con los lectores interesados en la ciencia
Compañías de tarjetas de crédito
Facilitaron el proceso de pago tanto a vendedores como a compradores eliminando la necesidad del efectivo.
El funcionamiento de las plataformas
Todos estos dispositivos organizacionales constitutivos de las plataformas, que hoy forman una sólida red de
infraestructura, comparten ciertos patrones de funcionamiento
(Consoli y Patrucco, 2008)
Características de las plataformas digitales
En concordancia con las múltiples definiciones, mecanismos y efectos que distinguen a las plataformas, existen
también una amplia variedad de propiedades que las caracterizan
Apple y Linux ofrecen respectivamente casos paradigmáticos de plataformas «cerradas» y «abiertas». La empresa californiana de tecnología recurre a plataformas cerradas, tanto físicas como digitales, para generar desarrollos tecnológicos personalizados, garantizando gran control sobre sus productos
El sistema operativo Linux, al igual que otras plataformas de código abierto, establece mecanismos de control más laxos que facilitan el desarrollo de más complementos más especializado
El alcance de las plataformas digitales a la distribución de bienes y servicios físicos se debe en parte a la masificación de otras plataformas no digitales como los smartphones y el GPS, que permiten conectar el mundo de los bits con el mundo de los átomos
Plataformas y economía digital
En términos generales, podemos entender que una plataforma es una entidad que «conecta individuos y organizaciones para un propósito común o para compartir un recurso común». Se trata, por tanto, de una organización específica de las interacciones entre esos actores.
(Cusumano et al., 2019)
En literatura especializada es posible encontrar múltiples definiciones más específicas (y a veces más restrictivas) de plataforma
Estas caracterizaciones recurren a conceptos variados, como estructuras o ecosistemas, mecanismos de asignación de precios,o redes jerárquicas
Pero resulta más útil entenderlas en general como dispositivos de coordinación con diversos propósitos que funcionan en ambientes variados
De una manera similar, Gawer (2014) identifica en la literatura un concepto de plataforma que agrupa una
visión de carácter «económico» en contraposición a otro que incorpora visiones más «ingenieriles».
La segunda, en cambio, ve las plataformas como arquitecturas modulares que permiten integrar diversas innovaciones tecnológicas que se complementan entre sí
La primera perspectiva concibe las plataformas como estructuras de mercado que facilitan la interacción entre dos tipos de usuarios, concebidos estos como oferentes y demandantes
Estas definiciones muestran que el valor de
las plataformas reside en su capacidad de gestionar elementos (datos, información, bienes o servicios) en las
interacciones entre usuarios
Tipos de plataformas: una propuesta de clasificación
En línea con otras taxonomías basadas en características de plataformas, en este trabajo proponemos un esquema de clasificación basado en tres dimensiones interrelacionadas que permite categorizar una amplia variedad de plataformas y ofrece un panorama general que puede servir como base para análisis posteriores
Estas dimensiones se relacionan con las tres últimas características mencionadas en la sección anterior
(b) La apertura en términos de acceso, uso, provisión y distribución
(c) La participación de los usuarios en la determinación de los mecanismos de gobernanza.
(a) El grado de digitalización
Grado de digitalización
«solo átomos», «bits + átomos» y «solo bits».
Se considera la materialidad de los recursos mediados a través de las plataformas (las columnas de la tabla 1). Según involucren o no recursos de naturaleza digital o bits, las plataformas
se dividen en tres grupos:
(McAfee y Brynjolfsson, 2017; Rifkin, 2014; Shapiro
y Varian, 1999)
Esta distinción establece una base en
cuanto al potencial desarrollo de complementos y la posibilidad de coordinar actividades.
Esto permite no solo replicar el objeto de cambio a costos irrisorios, sino también incrementar sus posibles modificaciones innovadoras
La importancia de los recursos de naturaleza digital o bits es que facilitan el acceso, reproducción y distribución de bienes y servicios a un costo marginal cercano a cero.
Los bienes y servicios de la información, como libros o vídeo en formato digital, están compuestos «solo por bits» y son intangibles en sentido materia
La apertura en cuanto a acceso, provisión, uso y distribución
Caracteriza las normas que determinan quién puede acceder a los recursos que se
coordinan y qué uso puede hacerse de los mismos (incluyendo la posibilidad de incorporar o desarrollar complementos).
Mecanismos de gobernanza
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Dinámicas internas de la clasificación
Ya en el dominio digital, pero en conjunto con bienes y servicios físicos, se ubican aquellas plataformas que
utilizan bits para gestionar átomos («bits + átomos»)
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Conclusiones
se ha entendido mucho mejor la economía como un sistema complejo, y que sus interacciones pueden tomar formas muy diversas y tener efectos sorprendentes, como ocurre con las plataformas digitales. En este breve artículo hemos intentado esbozar cómo funcionan esos mecanismos y, a partir de ahí, ver los distintos tipos de plataformas que existen y sus características principales, ilustrándolo con algunos ejemplos
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(e. g., Acquier et al., 2019)
(Benkler, 2006)
(McAfee y Brynjolfsson, 2017).
GLENDA SANCHEZ MELANIE CAMBA