Miller y Urey intentaron replicar estas condiciones primordiales en su experimento. Utilizando un aparato de vidrio que contenía agua, metano, amoníaco e hidrógeno, simularon la atmósfera primitiva de la Tierra. Luego, aplicaron descargas eléctricas para simular la energía de los relámpagos. Después de dejar que el experimento funcionara durante varios días, encontraron que se habían formado varios aminoácidos, los bloques de construcción de las proteínas, así como otros compuestos orgánicos simples.