Los dos supervivientes del Diluvio, Coxcox y Xochiquétzal, llegan a la cima del monte Colhuacán y tienen varios hijos.
Desgraciadamente, todos nacen mudos. Ante las plegarias de sus padres, aparece una paloma y les concede el don del habla, permitiendo que cada uno de ellos hable, pero en una lengua diferente