Cualquier empresa, independientemente del tipo que sea, debe llevar a cabo sus actividades mediante acciones y esfuerzos que preserven y cuiden el medioambiente. Para ello, es imprescindible que evalúe los recursos que usa para la creación de sus productos o servicios. Por ejemplo, el uso del agua, la energía que consume, los embalajes que usa...
Además, deben velar por ofrecer un trabajo seguro y de calidad a sus trabajadoras y trabajadores.