Salió a la luz en la frontera del siglo pasado, en 1999, y a pesar de que, en su momento, creó muchas expectativas, lo cierto es que se trata de un sistema muy vulnerable, fácil de romper, y con multitud de problemas de seguridad a pesar de las mejoras y las actualizaciones que se le fueron introduciendo.
Protocolo WPA
Surgió como elemento de seguridad temporal para mejorar la seguridad del WEP, pero acabó sustituyendo ampliamente a su predecesor.
La mayoría de estos sistemas utilizan una clave precompartida (PSK), también denominadas WPA Personal, así como el Protocolo TKIP para tareas de cifrado, que, al utilizar un sistema por paquete, mejora notablemente la seguridad con respecto al sistema de claves fijas característico del WEP.