En 1885, el rey Alfonso XII falleció meses antes de que naciera su hijo, Alfonso XIII. Durante la minoría de edad del nuevo rey, su madre, María Cristina de Habsburgo, gobernó como regente.
Los conflictos internos, junto con la independencia de las últimas colonias españolas en Cuba y Filipinas, provocarían una crisis económica e ideológica, conocida como la «crisis de 98». Esto originó el surgimiento de un movimiento que quería acabar con la corrupción política y solucionar los problemas de España, el regeneracionismo.