HÁBITAT:
La evolución los ha llevado a adaptarse totalmente a la vida terrestre. Aún así, habitualmente habitan en zonas con presencia de agua (pantanos, lagos, orillas de los ríos, etc.). Generalmente, los reptiles tienen el cuerpo cubierto de una piel seca formada por escamas, respiran por pulmones y tienen la sangre fría.
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