Los músculos suprahioideos halan al hueso hioides anteriormente. Este hueso, entonces, debido a su fijación con la epiglotis por medio del ligamento hioepiglótico, hala el tallo epiglótico en la misma dirección. Como resultado, la epiglotis obtiene movimiento en su extremo libre en la posición opuesta, es decir, posterior al aditus laríngeo.