"Porque tú mis riñones has formado, me has tejido en el vientre de mi madre; yo te doy gracias por tantas maravillas; prodigio soy, prodigios son tus obras. Mi alma conocías cabalmente, y mis huesos no se te ocultaban, cuando yo era formado en lo secreto, tejido en las honduras de la tierra." (Salmo 139, 13-15)