Nace la hija de Fernando VII, que plantea un problema en la sucesión, ya que existía la ley sálica; que impedía heredar el trono a las mujeres, pero Fernando VII derogó esta ley. Pero su hermano Carlos, apoyado por los absolutistas, no lo aceptó. Sin embargo, debido a una enfermedad del rey, el poder pasó a su mujer María Cristina y se produjo un acercamiento a los liberales. Isabel se convierte en reina a la muerte de su padre en 1833.