En este sentido, la dimensión humana implica que el currículum sea diseñado de manera que promueva el desarrollo integral de los estudiantes, teniendo en cuenta sus dimensiones cognitivas, emocionales, sociales y éticas. Esto puede incluir la incorporación de enfoques pedagógicos centrados en el estudiante, el fomento de la participación activa y la autonomía del estudiante, y la atención a la diversidad de intereses, estilos de aprendizaje y necesidades individuales.