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Juicio de minima cuantia - Coggle Diagram
Juicio de minima cuantia
Los juzgados de paz suelen tener competencia en asuntos de menor cuantía o de menor complejidad en el ámbito civil. Algunos ejemplos de juicios de la competencia de los juzgados de paz en materia civil incluyen:
Juicios de desalojo por falta de pago de alquileres o arrendamientos de bienes inmuebles de valor reducido.
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Conflictos vecinales por cuestiones menores, como el uso de espacios comunes.
El juicio de mínima cuantía es un procedimiento judicial diseñado para resolver disputas de bajo valor económico de manera rápida y eficiente. Este tipo de juicio se caracteriza por tener un trámite simplificado, con menos formalidades y menos recursos procesales que un juicio ordinario
Los orígenes de la justicia de paz se remontan a épocas antiguas, donde las comunidades organizaban sistemas de resolución de conflictos locales, usualmente a cargo de personas respetadas dentro de la comunidad. Con el tiempo, este concepto se ha formalizado en muchos sistemas legales, estableciendo juzgados de paz o tribunales de conciliación y mediación para resolver disputas de manera más rápida y accesible para la población.
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Procedimiento simplificado: Se reducen las formalidades y trámites procesales para agilizar el proceso.
Baja cuantía económica: Se limita la cuantía de los asuntos que pueden ser tramitados bajo este procedimiento.
Oralidad: Se promueve la oralidad en las audiencias, facilitando la comunicación entre las partes y el juez.
Celeridad: Se busca resolver los casos de manera rápida y eficiente, evitando dilaciones innecesarias.
Accesibilidad: Se pretende que el juicio de mínima cuantía sea accesible para todas las personas, sin necesidad de contar con asistencia legal especializada.
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El demandante: La persona que inicia el proceso judicial presentando una demanda ante el juzgado de paz.
El demandado: La persona contra quien se dirige la demanda y que debe comparecer ante el juzgado para defenderse.
El juez de paz: El encargado de administrar justicia en el proceso, escuchar los argumentos de las partes y dictar una resolución.
Eventualmente, pueden participar testigos o peritos, según lo permita la legislación y las circunstancias del caso.
Estas partes interactúan en audiencias orales donde exponen sus argumentos y pruebas, y el juez toma una decisión basada en la evidencia presentada y la ley aplicable.