Por su etimología, administración proviene del latín administratio, que a su vez se compone de ad y ministrare. Ad significa a, hacia, en movimiento; ministrare proviene de manus y trahere, donde manus significa mano y trahere es traer. En consecuencia, ad manus trahere se entiende como servir, ofrecer o servir algo a alguna persona. Omar Guerrero apunta que ministrare deriva del sustantivo minister, que a su vez proviene de minis (lo menor), en oposición a magis (lo mayor); por lo tanto, el minister era un funcionario subordinado a la autoridad del magister, o bien le servía a éste (Guerrero. 1997, p. 2). No es casual que los administradores se encarguen de ejecutar tareas o acciones antes que dirigirlas (políticos). En cualquiera de sus dos acepciones, ministrare significa ofrecer o servir a alguien, o cuidar alguna cosa.