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“Los errores más comunes en la Evaluación” - Coggle Diagram
“Los errores más comunes en la Evaluación”
No dejarte evaluar por tus alumnos
Tus estudiantes son los que mejor conocen tu manera de enseñar. Por ello, dándoles la oportunidad de evaluar tu práctica educativa, además de otorgarles confianza, les permites ser partícipes del proceso de enseñanza-aprendizaje.
De este modo los haces sentir importantes, reconocidos y valorados. Por otro lado, como docente, te puede proporcionar una información útil para mejorar tu docencia y, en consecuencia, te permitirá mejorar el aprendizaje de tu futuro alumnado. Es un proceso cíclico que conlleva una mejora continua.
Juzgar o etiquetar a un alumno/a por el resultado de una medición
La evaluación tiene por finalidad reflexionar sobre el resultado para poder mejorar.
No debes utilizar una calificación para valorar a un alumno o alumna, sino tener en cuenta muchos otros factores que influyen en el proceso de enseñanza-aprendizaje como las capacidades de cada alumno/a, la situación emocional, las actitudes
Estar desactualizado o carecer de formación continua sobre la evaluación
Vivimos en una sociedad líquida que constantemente está cambiado y en la que surgen estudios, métodos y técnicas nuevas que pretenden mejorar y facilitar, en este caso, el aprendizaje de los alumnos y alumnas.
Es importante mantenerse en constante formación en todas las fases del proceso de enseñanza-aprendizaje.
No elaborar instrumentos fiables y precisos
Cuando creamos un instrumento de evaluación debemos redactar unos criterios e claros, concisos, específicos y fáciles de observar.
Un instrumento de evaluación tiene que ser suficientemente claro de modo que si otro docente quiere evaluar la misma competencia para la que has elaborado el instrumento, pueda utilizarlo y adaptarlo sin necesitar ayuda alguna.
Confundir la evaluación con la medición
La medición consiste en poner una calificación, un valor cuantitativo o cualitativo, a una acción concreta teniendo en cuenta los aciertos y los fallos cometidos.
La evaluación consiste en emitir un juicio sobre la calificación que se ha obtenido.
Con la medición únicamente se sitúa a la persona dentro de un baremo, mientras que con la evaluación podemos orientar, al alumno o alumna, mediante un feedback, en su proceso de aprendizaje demostrándole aquello que ha hecho bien y aquello que se debe mejorar.
No combinar técnicas e instrumentos de evaluación
Para realizar una buena evaluación, existen muchas técnicas e instrumentos que se pueden aplicar según la finalidad, el momento, el agente evaluador, el enfoque metodológico, el estándar de comparació.
Debemos conocer las características de cada uno de estos, escoger el que se ajuste más a la evaluación que queremos realizar y decidir si podemos complementar dicha evaluación con la combinación de alguna otra técnica o instrumento.
Utilizar la evaluación como amenaza o castigo
¿Evaluamos para castigar o para mejorar el aprendizaje?
Por ello, debemos aplicar las técnicas e instrumentos de evaluación cuando sean necesarios y con un objetivo que sustente dicha evaluación.
CONCEPTO
En definitiva, la evaluación es un proceso complejo que permite, no solo calificar a los estudiantes, sino también conocer y valorar su rendimiento para poder orientarlos y guiarlos en su proceso de aprendizaje. Tú, como docente, dispones de infinidad de técnicas e instrumentos para poder realizar una evaluación adecuada y que aporte la información necesaria para valorar y mejorar el aprendizaje del alumno o alumna.
CONCLUSIONES
La evaluación sigue siendo un tema controvertido, tanto en sus aspectos teóricos como en su aplicación práctica, como en las consecuencias que de ella se derivan, debido en muchos casos, más a implicaciones ideológicas y políticas subyacentes que a cuestiones puramente pedagógicas.
Hemos querido recoger, reflexionar y aportar algunas propuestas que pudieran concitar el consenso de la mayoría de las voluntades acerca de las numerosas cuestiones que a día de hoy siguen enfrentado las distintas perspectivas existentes a la hora de concebir la educación en general y la evaluación en particular; a saber: la finalidad misma de la evaluación, así como de los contenidos objeto de esa evaluación que oscilaría entre quienes abogan por unos contenidos más utilizados.
La incorporación del concepto de competencias ha venido a
enriquecer y complicar el proceso de evaluación.
La evaluación de los aprendizajes observando una serie de precauciones con el fin de evitar posibles sesgos preparación de la prueba, efecto halo, control del fraude ofrecer feed-back siempre que sea posible e instaurar un sistema de evaluación mixto -externa e interna y por último, utilizar los resultados con carácter formativo, propedéutico no meramente clasificatorio y mucho menos discriminatorio o segregado.
Evaluar competencias es mucho más difícil que evaluar únicamente conocimientos o procedimientos, requiere una nueva perspectiva, nuevas formas y nuevos instrumentos.
La evaluación ha de establecerse en función de unos objetivos previamente establecidos, claramente formulados y conocidos por todos los intervinientes en el proceso evaluador; definir una serie de criterios de evaluación válidos que midan lo que pretenden medir así como estándares o niveles de aprendizaje y unos instrumentos de evaluación igualmente válidos y fiables -que lo midan con suficiente.