Es la gingivitis más dolorosa, ya que se presenta con lesiones ulcerosas necrotizantes. Comienzan con lesiones de aspecto de “sacabocados” en las papilas, extendiéndose por todo el borden gingival.
Sus síntomas son mal olor y sabor de boca, mucho dolor al contacto, y incluso puede cursar con linfoadenitis y fiebre.
Aunque suelen estar relacionadas con el estrés, es recomendable tener un control minucioso de la higiene del paciente, aunque esta no esté relacionada con la placa ya que la presencia de placa va a complicar en exceso esta patología, por lo que se recomienda tartrectomías periódicas.