Establece los requisitos mínimos de seguridad que deben cumplir las instalaciones agrícolas, incluyendo la construcción y mantenimiento de edificaciones, almacenes, bodegas, áreas de trabajo, vías de acceso, entre otros, para prevenir riesgos de accidentes.
Se requiere que los empleadores mantengan en buen estado de funcionamiento la maquinaria, equipo y herramientas utilizadas en actividades agrícolas, realizando inspecciones periódicas, reparaciones y mantenimiento preventivo.