En el continente europeo podemos encontrar un amplio número de lagos. En el norte se encuentran los dos lagos más grandes de Europa: el lago Ladoga y el Onega, ambos en Rusia.
Los lagos centroeuropeos como el Lemán (entre Francia y Suiza) y el Constanza (entre Alemania, Austria y Suiza) se localizan a lo largo de los Alpes. Los de menor tamaño se encuentran en la zona mediterránea, como la Laguna de Venecia (Italia) o el lago Prespa (Grecia).
Ríos de la vertiente ártica y atlántica
Suelen ser ríos largos con cuencas bastante extensas.
Debido al clima y al relieve, estos ríos son más cortos, poco caudalosos e irregulares. Algunos ejemplos son los ríos Ebro, Ródano, Tíber y Po.