Las dificultades para salir de casa de sus padres afectan a todos los españoles, y a largo plazo, la emancipación tardía relacionada con la tasa de paro puede influir en el envejecimiento de la población y en la sostenibilidad del sistema de pensiones. Las mujeres españolas tienen una media de 1,32 hijos, de las más bajas de todo el continente europeo. Cuanto más retrasan los jóvenes el momento de salir de casa de sus padres, más tardan en formar la familia y en tener hijos.
Según los expertos, otra de las consecuencias de la emancipación tardía a largo plazo es el alargamiento de la adolescencia y la dificultad que podrían tener los jóvenes para asumir responsabilidades: "Un tipo de 30 años puede tener esta sensación de que es joven y que se puede permitir ser un poco irresponsable, pero un señor de 30 años es un señor, siempre lo ha sido".