La tecnología debe abordarse desde una perspectiva de responsabilidad social porque tiene un impacto significativo en la sociedad. La desigualdad digital, la privacidad, la ética en la inteligencia artificial, la sostenibilidad ambiental, la transparencia empresarial, la inclusión y la diversidad son áreas clave que deben considerarse. La responsabilidad social implica garantizar que la tecnología beneficie a todos, proteja la privacidad, sea ética, sostenible, transparente y tenga en cuenta la diversidad de usuarios.