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Igualdad en la disponibilidad de agua: distribución diferenciada en…
Igualdad en la disponibilidad de agua: distribución diferenciada en diversos núcleos urbanos de México, caso CDMX y Monterrey.
Trabajar en la recuperación de cuerpos de agua superficiales, para evitar las enfermedades transmitidas por el agua, principalmente en zonas peri-urbanas de las ciudades.
En lugar de sacarse de la cuenca, se podría reciclar y reutilizar. De esta forma la gente no sufriría desabasto
La CDMX, necesita dejar de crecer, y usar de manera eficiente el agua fósil que la alimenta en un 70% (acuíferos).
- Producción y consumo responsable
Las industrias para sus sistemas productivos deberían usar aguas tratadas y no potable, si su producción no tiene que ver con productos de consumo humano.
Responsabilidad del gobierno y las industrias en el saneamiento que disminuyan los impactos en la salud.
En relación con las descargas de aguas residuales, en la ciudad de México se generan 22 510 098 litros por segundo; sin embargo, solo 15 % son tratadas por el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX): 62 % de estas se utilizan para el riego agrícola en la zona sur de la entidad y el restante 38 % se destina a los procesos industriales, riego de áreas verdes y para llenar los canales y lagos, como los de Xochimilco, Bosque de Chapultepec y el de San Juan de Aragón.
No obstante que la Ciudad de México cuenta con 25 plantas de tratamiento, se necesitaría una gran inversión por parte del gobierno federal para tratar 100 % de las aguas residuales que se generan (SEDEMA, 2016).
Nuevo León tiene un déficit de más de 31 millones de metros cúbicos de agua que hacen vulnerables a las comunidades y a todos los tipos de producción del estado, generando desabasto no solo del líquido, sino de todo el sistema productivo: agrícola, ganado, industria.
- Agua limpia y saneamiento
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De aquí a 2030, lograr el acceso universal y equitativo al agua potable a un precio asequible para todos.
De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020, en CDMX la proporción de viviendas particulares habitadas que disponen de agua entubada es de 98.9 %; por lo que respecta al drenaje, la cobertura es de 99.7 % (INEGI, 2020).
De acuerdo con Agua y Drenaje de Monterrey, se estará trabajando en un plan para 2050, en el que involucra a Pozos Someros, que prevé la construcción de 132 nuevos pozos de baja profundidad, similares a los de la Macroplaza y Fundidora, y la rehabilitación de los existentes.
La infraestructura hidráulica en la CDMX ha rebasado su vida útil; esto ocasiona que entre 35 y 40 % del agua potable suministrada se pierda en fugas (SEDEMA, 2016).
Se sigue sin cumplirse la promesa de un mundo en el que todas las mujeres y niñas disfruten de plena igualdad de género y en el que se hayan eliminado todas las barreras jurídicas, sociales y económicas que impiden su empoderamiento.
En el caso de la distribución diferenciada de agua en núcleos urbanos, las desigualdades están más relacionadas con factores geográficos, socioeconómicos o políticos que no se abordan directamente mediante intervenciones específicas para la igualdad de género.
- Trabajo decente y crecimiento económico
La continua falta de oportunidades de trabajo decente, la insuficiente inversión y el bajo consumo producen la erosión del contrato social básico subyacente en las sociedades: el derecho de todos a compartir el progreso. La creación de empleos de calidad sigue constituyendo un gran desafío para casi todas las economías.
Aunque la gestión sostenible del agua puede ser crucial para algunas industrias, este objetivo aborda aspectos más amplios del desarrollo económico y laboral.
La pobreza tiene muchas dimensiones, pero entre sus causas se encuentran el desempleo, la exclusión social y la alta vulnerabilidad de ciertas poblaciones ante desastres, enfermedades y otros fenómenos que les impiden ser productivas.
Aunque la disponibilidad de agua es crucial para abordar la pobreza, la distribución desigual de agua podría ser solo una faceta de un conjunto más amplio de desafíos asociados con la pobreza
- Ciudades y comunidades sostenibles
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En los últimos 60 años, la Ciudad de México se ha hundido cerca de 10 metros; estas depresiones han dañado edificaciones, el drenaje profundo, los sistemas de bombeo y la infraestructura hidráulica de abastecimiento (SEDEMA, 2016).
La gestión del agua en la Ciudad de México no es ni asequible ni sostenible ni equitativa. Un ejemplo de esto es la batalla que libran algunas mujeres de Iztapalapa: pueden pasar toda la noche esperando pipas; incluso, algunas se suben al camión con los choferes, lo que las expone a situaciones de riesgo.
La sobreexplotación del acuífero, lo obsoleto de la infraestructura hidráulica y la carencia de una clara conciencia sobre el valor real del agua han ocasionado que su escasez se registre en la mayoría de las demarcaciones territoriales de la Ciudad de México.
Reducir las desigualdades incluido el acceso y la disponibilidad a servicios básicos, como el agua. La distribución diferenciada de agua, donde ciertos núcleos urbanos pueden tener un acceso y disponibilidad desigual al agua, contribuye a la desigualdad.
Alrededor del 23% de las viviendas de la CDMX tienen un consumo superior a los 100 litros por persona al día. De ellas, el 8.4% del total de viviendas de la ciudad, consumen más de 380 litros por persona al día (Nuñez, 2024).
El 50.5% de las viviendas carecen de servicio de agua medido o estimado, lo que implica un suministro irregular proporcionado, en muchas ocasiones, por tandeo mediante el servicio público o particular de pipas. (Nuñez, 2024)
La distribución diferenciada de agua puede estar relacionada con factores socioeconómicos, como la ubicación geográfica de las comunidades y sus niveles de ingresos. La falta de acceso y disponibilidad equitativa al agua puede exacerbar las desigualdades existentes, contribuyendo a la brecha socioeconómica.
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En México, la agricultura y la ganadería consumen el 76.3%.
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Del año 2010 al 2020 la Ciudad de México tuvo un crecimiento absoluto de 358 864 residentes con
una tasa de crecimiento de 0.4%
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En 2020, la población en Monterrey fue de 1,142,994 habitantes (49.4% hombres y 50.6% mujeres). En comparación a 2010, la población en Monterrey creció un 0.66%.
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