Los resultados indican que, en la primera evaluación, se mantiene una estimación media, motricidad gruesa (56%), motricidad fina adaptativa (71%), audición y lenguaje (56%), personal social (57%) y desarrollo integral (62%); en la segunda evaluación también existió una estimación media, pero con incremento en sus porcentajes; además, se evidencia mejoras en cuanto al desarrollo socioafectivo, lingüístico y capacidades cognitivas. Se concluye, que un adecuado uso e implementación de programas de estimulación temprana, garantizan el fortalecimiento de actividades cognitivas, ayudando a la estabilidad emocional del niño para desenvolverse en la sociedad.