Las muertes violentas no son necesariamente la expresión de desequilibrios psíquicos, pero es innegable que los factores psicológicos tienen un papel importante, hasta tal punto que su distribución, frecuencia y estilo reflejan, a manera de barómetro, el nivel de salud mental de las poblaciones. En América Latina las muertes violentas son muy frecuentes, tanto las autoinfligidas como las provocadas voluntariamente por terceros, y por accidente. Uzcategui. G. R. Pág. 96-97.