Puede observarse si la secreción lagrimal está aumentada o disminuida. El lagrimeo o epífora es un signo importante. Podrá ser activo por hipersecreción, por ejemplo, llanto; y pasivo, por dificultad en la evacuación, por ejemplo, parálisis facial. Las vías lagrimales, compuestas por el saco lagrimal, los canalículos y puntos lagrimales, también deben someterse a examen.