Sistematizar experiencias implica más que simplemente organizar datos e información; también implica obtener aprendizajes críticos de nuestras vivencias. Las experiencias son dinámicas, complejas y únicas, influenciadas por diversos factores históricos, sociales y personales. La sistematización implica interpretar críticamente una o varias experiencias, reconstruyendo su proceso y descubriendo la lógica detrás de ellas. Esto genera conocimientos significativos que permiten comprender las experiencias teóricamente y orientarlas hacia el futuro de manera transformadora. La sistematización puede adoptar diversas formas, pero siempre implica ordenar y reconstruir el proceso vivido, interpretarlo críticamente y extraer aprendizajes para compartirlos.