Como castigo, y a modo de lección, Cupido disparó dos flechas: Una flecha de ORO que apuntó hacia a Apolo, el cual cayó profundamente enamorado de la ninfa • Una flecha de PLOMO, que disparó a Dafne, cuyo efecto fue el contrario, ya que produjo un efecto de odio y repulsión hacia el Dios.