Este tipo de empresas se encuentran más en los países donde la participación estatal consituye la mayoría de las inversiones, es decir, existen pocas empresas privadas o inversiones de particulares. El Estado se consituye en rector único de la economía y monopoliza las actividades empresariales. Sin embargo, los gobiernos han demostrado no ser, al menos hasta ahora, buenos administradores, debido principalmente a la carga burocrática que arrastran y a la forma que tienen para distribuir sus recursos materiales y humanos. En algunos países, donde la participación del gobierno se reduce a controlar las empresas clave, vemos que si existe la iniciativa privada y se respira un mejor ambiente social para sus habitantes, ya que se tiene la opción de adquirir los bienes y servicios que ofrecen tanto las empresas públicas como las privadas.