La progresión a seguir para asegurar una adecuada formación
deportiva debe partir de la amplia posibilidad de experimentar diferentes formas de movimiento, utilizando para ello, juegos organizados, formas
jugadas y así avanzar hacia los juegos predeportivos en los que se introducen gradualmente los fundamentos deportivos, cuya ejecución,
incorpore cada vez, elementos técnicos y tácticas acordes siempre a los períodos sensibles de desarrollo biológico, psicológico y sociológico del
educando.