La competencia alcanzada en este análisis integrativo se refiere a la capacidad de establecer y llevar a cabo proyectos de vida durante este ciclo vital. Los proyectos de vida son metas y objetivos que nos guían y dan propósito a nuestra existencia. Son fundamentales para nuestro desarrollo personal y nos permiten alcanzar la plenitud y la satisfacción en nuestras vidas.
La importancia de instaurar proyectos de vida en este ciclo vital radica en que nos brindan dirección y propósito. Nos ayudan a definir nuestras metas y objetivos a largo plazo, y nos dan motivación para trabajar en su consecución. Tener un proyecto de vida claro nos permite enfocar nuestras energías y recursos en las acciones que nos acercan a nuestras metas, evitando dispersarnos en actividades que no están alineadas con nuestros deseos y aspiraciones.
Además, los proyectos de vida nos permiten desarrollar nuestro potencial y crecer como personas. Nos retan a salir de nuestra zona de confort, a adquirir nuevas habilidades y a superar obstáculos. A través de la realización de proyectos de vida, podemos descubrir nuestras fortalezas y capacidades, y alcanzar un mayor nivel de autoconocimiento y autorrealización.
Los proyectos de vida también nos ayudan a establecer prioridades y tomar decisiones fundamentadas. Al tener un proyecto de vida claro, podemos evaluar las diferentes opciones y oportunidades que se nos presentan en este ciclo vital, eligiendo aquellas que estén alineadas con nuestros deseos y metas.