Cuando hay que valorar un servicio son muchas las cosas que hay que tener en cuenta. Por ejemplo, tener una respuesta adecuada ante una incidencia, respetar unas condiciones legales de contratación, remunerar a la persona que presta servicio de forma adecuada, etc. Todos estos factores, entre otros, influyen en la valoración y hay que ser conscientes de que todo ello repercutirá en el precio.