En cuanto a la posibilidad de fraude, existen diversas circunstancias que pueden indicar su presencia. Estas circunstancias incluyen transacciones no documentadas o sin soporte, alteración de documentos o registros contables, falta de reconciliaciones bancarias oportunas, y delitos financieros previos. Cuando se identifican estas circunstancias, los auditores pueden llevar a cabo distintos procedimientos de auditoría para evaluar esta posibilidad. Por ejemplo, revisiones analíticas detalladas, investigación de discrepancias o inconsistencias, pruebas de integridad del sistema de información, y comprobación de la veracidad y exactitud de los registros contables.