Si el cliente informa que tiene alguna insatisfacción o dificultad en un aspecto determinado (p.ej., comunicación, sexo), conviene preguntarle, antes de evaluarlo más a fondo, si existen dificultades en otros ámbitos (p.ej., economía, tareas de la casa, tiempo libre). Luego, habrá que explorar los aspectos problemáticos identificados y su posible relación con el problema que se está evaluando.