Sucesos de la vida con potencial para precipitar una crisis vital: Embarazo y nacimiento de un niño, maternidad sin matrimonio, transición de la casa a la escuela y a la universidad, compromiso y matrimonio, cirugía y enfermedad, migración, jubilación, desastres naturales, cambios sociales y tecnológicos rápidos.
Necesita observarse tanto el suceso externo como lo que éste significa para la persona en el entorno de la historia de su desarrollo.
El impacto de un suceso particular depende de su oportunidad, intensidad, duración, continuación y grado de interferencia con otros acontecimientos para el desarrollo.