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Población y las ciudades - Coggle Diagram
Población y las ciudades
General
La tendencia de incremento demográfico sostenido se mantuvo porque fue disminuyendo la tasa de mortalidad, a pesar de mantenerse aún el régimen demográfico antiguo caracterizado por tasas de mortalidad y natalidad elevadas
La alta mortalidad se debió a la incidencia de enfermedades infecciosas y, puntualmente, como consecuencia de las guerras y epidemias
Fueron virulentas las epidemias de cólera de 1833, 1854, 1859 y 1885
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Las tasas medias aproximadas de mortalidad y natalidad para este periodo fueron respectivamente del 30 y 37 por mil
Éxodo
En comparación con la evolución demográfica de otros países europeos, llama la atención el lento crecimiento de la población española y su baja esperanza de vida
Sin embargo, durante esta etapa destaca la migración interior hacia las ciudades, motivada por la expectativa de empleo que generaba el crecimiento industrial, principalmente en el Norte (Vizcaya), Levante (Barcelona y Valencia) y Madrid
La estructura de la población activa por sectores económicos en 1860 era desequilibrada, con el predominio del sector primario (65%), frente al sector industrial (15%) y el sector terciario (20%)
Ciudades
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Los alineamientos eran proyectos que establecían el ancho ideal que debía tener cada calle de la ciudad
El problema fue que la sustitución de edificios era muy lenta y rara vez se consiguió ensanchar toda una calle
Esta política, que arranca en 1850, fue abandonada un siglo más tarde
Fruto de esta migración interior fue el crecimiento urbano: se derribaron antiguas murallas, aparecieron ensanches y suburbios periféricos de casas humildes, cuyos problemas eran el hacinamiento y la ausencia de servicios e infraestructuras
Otro aspecto importante dentro de esta preocupación por la higiene es la construcción de cementerios extramuros
hasta entonces, la gente se enterraba en las iglesias y en pequeños cementerios parroquiales dentro de la propia ciudad, lo que agravaba la situación sanitaria, sobre todo en época de epidemias
Conclusión
Aunque los niveles de urbanización eran bajos, las principales ciudades crecían constantemente (de 1834 a 1877 diecisiete capitales duplicaron su población) lo que hizo necesario ampliar el entramado urbano
En 1853, Madrid contaba con 236000 habitantes, y Barcelona con 215000. Por entonces París ya tenía un millón y Londres superaba los tres millones
Las innovaciones técnicas introducidas en estos años provocan cambios que afectan realmente a una minoría
En 1865, el 80% de los españoles vivían en núcleos rurales