Los juegos de movimiento físico realizados de manera lúdica desarrollan y perfeccionan las habilidades psicomotrices básicas como correr, saltar, escalar, entre otras y las capacidades coordinativas como el equilibrio, reacción coordinación, anticipación, orientación espacial, siendo el núcleo familiar es un pilar fundamental para el desarrollo psicomotriz del niño. (Chamba, 2020, p. 11)