Partiendo del punto que los principios de igualdad y no discriminación son la base de los derechos humanos, se vuelve necesario la participación de manera igualitaria y el acceso a los servicios y políticas públicas de toda la ciudadanía, sin importar sexo, raza, religión, grupo étnico, etc., grupos que han sido marginados, violentados o discriminados históricamente. Se debe ayudar como ciudadanía al Estado en trabajar por reducir y eliminar dichas desventajas en muchos ámbitos, sabiendo que los derechos humanos no pertenecen o aplican solo a grupos especiales.
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