En tiempos prehistóricos, la práctica de trepanación, perforar agujeros en el cráneo, podría haberse utilizado para tratar trastornos psicológicos, según la teoría de que liberar espíritus malignos dentro de la cabeza restauraría la normalidad. Esta técnica se extendió por todo el mundo hasta el siglo XVIII. Además, se practicaba el exorcismo, rituales extremos dirigidos por chamanes, sacerdotes o curanderos, para expulsar espíritus malignos. Estas prácticas, asociadas con civilizaciones antiguas, persistieron en diversas formas a lo largo de la historia en diferentes culturas.