Las naciones recién independizadas buscaron resaltar sus aspectos culturales distintivos como resultado de la interacción entre culturas indígenas, europeas y africanas. Esta diversidad es reflejada en la música, la danza, mitos, leyendas, la gastronomía y otras expresiones culturales, contribuyendo a la identidad única de cada nación.
La educación era fundamental que se realizara con una narrativa histórica común. Se implementaron sistemas educativos con énfasis en la historia patria y la formación de ciudadanos leales a la nueva nación.
Las banderas, himnos y otros símbolos desempeñaron un papel fundamental en la representación de la identidad colectiva de las naciones.
Se crearon fronteras para delimitar los territorios y también empezaron a exaltar líderes y héroes de la independencia tales como Simón Bolívar, José de San Martín, entre otros.
Promover la literatura fue un papel crucial en la expresión de la identidad y la historia de la naciones. A través de la lengua y la escritura, se construyó la narrativa nacional, transmitiendo valores, mitos fundacionales y la evolución histórica.