P3: Si bien la obra se centra en las mujeres, también retrata las luchas de personajes masculinos como el amante de Adela, Pepe el Romano, quien simboliza las limitaciones impuestas por los roles de genero tradicionales. Los hombres de ‘La Casa de Bernarda Alba’ enfrentan limitaciones y no pueden expresar libremente sus deseos debido a las expectativas de la sociedad. Adela declara apasionadamente ‘¡Que se muera, que se muera de una vez! Si no puede ser mío, no ha de ser de nadie.’ Esta intensa súplica revela la dinámica de poder, mostrando la urgencia de Adela moldeada por restricciones sociales que obligan a hombres como Pepe a conformarse, sacrificando su agencia individual. Además, se podría argumentar que los hombres tienen más poder que las mujeres en la obra porque, a pesar de que no hay diálogo masculino, los personajes masculinos dictan las acciones de las hermanas y la propia Bernarda.