Imaginemos a un conductor que, debido a condiciones climáticas adversas, pierde el control de su vehículo y se desliza por una carretera resbaladiza. A pesar de sus mejores esfuerzos por evitarlo, el vehículo choca contra otro automóvil estacionado en el arcén, causando daños materiales significativos.
En este caso, el conductor no tenía la intención de causar daño, y el accidente ocurrió debido a circunstancias externas más allá de su control,
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