El conocimiento histórico es fundamental para comprender el pasado de la humanidad, aprender de las experiencias previas, y así tomar decisiones informadas en el presente. Contribuye a forjar identidades culturales, a comprender la evolución de las sociedades, y a prevenir la repetición de errores históricos. Además, proporciona un marco de referencia para el desarrollo social, político y cultural, promoviendo la ciudadanía informada y la preservación de la memoria colectiva.
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