Es una técnica que se usa para identificar y atender problemas específicos como el aprendizaje, el bajo rendimiento académico, el comportamiento disruptivo y la ausencia de las habilidades sociales. La intervención educativa incluye el uso de estrategias de enseñanza individualizadas, la comunicación, el apoyo, la evaluación, el refuerzo positivo y la prevención de problemas (Universidad Internacional de la Rioja, 2023, párr. 1).