Cada persona tiene pues su propio estilo de percibir, conocer, sentir, decidir y actuar, o en
otras palabras, todos los seres humanos, sea por razones genéticas y/o de historia personal,
acabamos por consolidar modos preferentes de acercarnos al conocimiento de la realidad,
es decir, de percibirla, procesarla, reaccionar frente a ella, y aún de representarla
mentalmente.